Seguro que más de una vez has visto una foto del Alcázar de Segovia y has pensado: “Esto me suena de algo”. Y no, no es casualidad. Ese pedazo de castillo con forma de proa de barco, plantado sobre una roca en pleno Segovia, tiene una relación bastante curiosa con el universo Disney. ¿Cómo? ¿Qué pinta un castillo medieval español en las pelis más famosas de tu infancia? Pues atento, porque la historia tiene su punto.
¿De dónde sale el famoso castillo de Disney?
Vale, empecemos por el principio. Todo el mundo reconoce ese castillo que aparece al inicio de las pelis de Disney, justo antes de que empiece la magia (y normalmente, los lloros también). Ese castillo está inspirado, principalmente, en el castillo de Neuschwanstein, en Alemania. Hasta ahí todo bien. Pero claro, Walt Disney no era de conformarse con un solo modelo. Al tipo le gustaba empaparse de arquitectura europea, y en uno de sus viajes por el Viejo Continente, parece que el Alcázar de Segovia le hizo ojitos.
¿Qué tiene el Alcázar de Segovia que enamora?
Pues para empezar, una silueta de cuento. Si te fijas bien, tiene todas las papeletas para salir en una peli de princesas: torres afiladas, tejados puntiagudos, murallas de piedra y una posición espectacular sobre un cerro. Vamos, que solo le falta un dragón dando vueltas o un hada madrina en la entrada.
Además, el Alcázar no es solo fachada. A lo largo de los siglos ha sido palacio real, fortaleza, prisión, colegio militar… Vamos, que si las paredes hablaran, se armaba una buena telenovela histórica.
¿Entonces Disney copió el Alcázar de Segovia?
Bueno, copiar copiar… quizás es mucho decir. Lo que sí está claro es que el Alcázar de Segovia formó parte de las referencias visuales que inspiraron a Disney y sus dibujantes cuando estaban diseñando el famoso castillo de la Cenicienta o el de Blancanieves. Y oye, tampoco es mala carta de presentación: que tu castillo sea tan bonito que hasta Disney quiera imitarlo, es como para sacar pecho.
¿Casualidad o marketing?
Sea como sea, la relación entre el Alcázar y Disney ha dado mucho juego. Hoy en día, hay guías turísticas que lo venden casi como “el castillo que inspiró a Disney”. ¿Es cierto al 100%? No está documentado de manera oficial. Pero la verdad es que las similitudes saltan a la vista y la historia mola bastante más que decir simplemente “es un castillo viejo”.
La próxima vez que lo veas…
Ya sabes, cuando vuelvas a ver el logo de Disney en alguna peli, mira bien ese castillo brillante. Quizás, detrás de tanta purpurina y fuegos artificiales, lo que hay en el fondo es un trocito de Segovia.
Y oye, que si alguna vez visitas el Alcázar, acuérdate de que estás paseando por un lugar que, aunque no tenga ratones que hablan ni zapatos de cristal, tiene ese aire mágico que ni el mismísimo Walt Disney pudo ignorar.

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